Jóvenes sin padres y a la deriva: en algunas provincias se adeuda ayuda desde abril (2024)

A Rocío el Programa de Acompañamiento para el Egreso de jóvenes sin cuidados parentales (PAE), la ayudó a terminar el primer año de la carrera de Gastronomía. “El año pasado pude ir a todas las clases prácticas y cursar. Hoy, si bien cada tanto nos pagan, hay clases en las que no puedo participar, sólo puedo ir a ver lo que hacen, pero es práctica lo que se necesita”, aseguró a PERFIL.

El PAE, vigente desde 2017, consiste en una asignación económica mensual equivalente al 80% del salario mínimo, vital y móvil, que se cobra una vez que los adolescentes egresan de un hogar convivencial o de la familia cuidadora. Abarca a jóvenes y adolescentes de entre 13 y 21 años, o hasta los 25 en el caso de que cursen estudios terciarios o universitarios.

Pero los pagos vienen atrasados y sin actualizaciones acordes a la inflación desde principios de este año. El caso difiere según la provincia de la que se trate. En La Pampa, por ejemplo, en donde 95 jóvenes tienen acceso a esta asignación, lo que debía abonarse el primer mes del año se pagó recién en abril, y el monto correspondiente a febrero y marzo en el mes de mayo. Hasta la fecha de la publicación de esta nota se adeudan todavía los meses de abril y mayo, precisó a PERFIL Juan Juan Pablo Bonino, subsecretario de Niñez, Adolescencia y Familia de esa provincia. “Hay un vaciamiento total de todos los programas vinculados al área”, agregó.

Según explicó la subsecretaria de Niñez y Adolescencia de Santiago del Estero, Claudia Juárez, a PERFIL, el último pago del PAE a los jóvenes alcanzados en esa provincia corresponde al mes de abril, “con todas las dificultades que ello acarrea. Entre ellas retrasos en los alquileres o dificultades para proveerse de alimentos”, comentó.

“Pudimos ayudarlos haciendo colectas o hablando nosotros con los propietarios, para no pasar situaciones extremas. Algunos de ellos retiran viandas de los Hogares de Protección. El Estado provincial no los desampara. Ninguno dejó de estudiar”, explicó también.

Organizaciones no gubernamentales vienen reclamando por esta situación desde hace varios meses. “Es alarmante y exige una pronta solución. Además de los retrasos en los pagos, aquellos adolescentes y jóvenes que recientemente ingresaron al Programa no han recibido las tarjetas de débito necesarias para cobrar sus asignaciones, evidenciando una posible discontinuidad administrativa por parte de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia, dependiente del Ministerio de Capital Humano”, explicaron desde Aldeas Infantiles a este medio.

El director de comunicación de esa institución, Gastón Zingoni, agregó que los pagos se realizan en distintas fechas de acuerdo a la provincia, pero que al menos en Buenos Aires el último mes abonado es el de abril. “Es crucial que el PAE funcione como lo estipula la ley, con un acompañamiento pedagógico constante y efectivo, a través de los referentes designados. Estos jóvenes han perdido el cuidado parental y dependen del apoyo del Estado para reconstruir sus vidas y alcanzar un futuro mejor”.

A Julio el programa le permitió estudiar la carrera de Gastronomía y hacer talleres. “Pero muchos jóvenes usan este dinero para su salud, para alquilar una vivienda, para vestirse. Sería injusto que les saquen ese derecho”, aseguró.

La ONG Aldeas Infantiles trabaja con este colectivo tanto en la prevención como en el acompañamiento. Primero, ayudando a los niños y niñas en riesgo de perder el cuidado de sus familias. Pero, si esto no es posible, tienen casas integradas por 6 o 7 niños y un cuidador especializado. También los acompañan en la transición, una vez que son mayores de edad, para lograr autonomía. “Los chicos por lo general pasaron por cuidado alternativo, ya en varias instancias perdieron el cuidado parental e incluso muchos de los chicos y chicas pierden definitivamente el cuidado parental, entonces se inicia un proceso de adopción, muchas veces fracasa y terminan cumpliendo 18 en las modalidades de cuidado alternativo, en casas que tenemos de Aldeas Infantiles”, explicó Zingoni. “Con esos chicos que terminan a los 18 nosotros creemos que tiene que haber un acompañamiento, una autonomía progresiva, que no pueden salir de un día al otro al mundo a buscarse laburo, a buscarse alquiler y estudiar, entonces lo que tenemos son programas de acompañamiento”. En esas casas de acompañamiento los ayudan a armar un currículum, por ejemplo.

En un comunicado conjunto, al que adhirieron varias organizaciones, incluida Aldea Infantil, las instituciones advirtieron sobre el peligro que implica el atraso y no actualización en el PAE, del que hoy son beneficiarios 3500 adolescentes que no tienen, en muchos casos, más recursos que ese, y “que estuvieron bajo protección del Estado por haber sufrido vulneraciones graves como malos tratos y abusos en sus familias de origen”.

Las instituciones advierten que esta situación puede impactar directamente en las condiciones básicas de vida de los jóvenes, “ya que muchos de ellos se enfrentan a la posibilidad de ser desalojados, deben discontinuar sus estudios y se les dificulta planificar el desarrollo de su vida autónoma”.

La población joven es la más afectada por el desempleo. Según los últimos datos del Indec la desocupación de las mujeres entre 14 y 29 años alcanza al 13,4%, y en los varones de la misma edad al 11,5%. El promedio general, sin embargo, es de 5,7%. Para mujeres de entre 30 y 64 años esta cifra se reduce al 3,9%, mientras para los varones es del 3,3%.

Sin cuidados parentales, el acceso a la educación y a un trabajo formal es mucho más difícil. Para Milagros, que se incorporó al Programa hace poco, el PAE representa la posibilidad de capacitarse para la vida adulta. “Me ayudaría mucho hacer un taller, poder tener un emprendimiento, terminar mis estudios. También a tener ropa y recursos que hoy no tenemos. Les pido por favor que no nos quiten esto”, sintetizó.